miércoles, 22 de febrero de 2012

RUTA A LAS PEDRERAS DE LA MOLINERA



Espectaculares pedreras de la Molinera. (Geositio nº 34)
En esta ocasión nos proponemos visitar las Pedreras de la Molinera (Geositio nº 34). 

Camino de Los Apachos
El mejor acceso a esta zona es desde la localidad de Castañar de Ibor, saliendo del pueblo por el barrio de la Hontanilla, siguiendo por el camino de Los Apachos y realizando una preciosa ruta de senderismo apta, prácticamente, para todos los públicos y sin el peligro que supone verlas desde la carretera EX - 118 (único acceso que aparece en la descripción oficial del Geosotio). 

Pedreras de La Molinera
La primera parte del camino nos lleva entre tradicionales paredes de piedra al Collado de los Apachos, dejando a la izquierda el cerro del Castillejo (denominado así, por la presencia de restos arqueológicos que denotan la existencia de asentamientos humanos en esta zona desde hace muchos años. La ausencia de estudios sobre estos restos hace difícil saber su historia, aunque posiblemente estén relacionados con la Torre de los Moros y tengan el mismo origen. Se observan restos de muralla, aljibe, etc. y popularmente cuenta la tradición que hay un tesoro escondido bajo sus muros perteneciente a un rey árabe que jamás regresó a por él).

Pedreras de La Moinera
En este primer tramo nos encontramos, sobre todo, cultivos de olivar, apareciendo en las lindes y bordes del camino especies arbustivas como durillo, rusco, madroño, olivilla, etc. y en las zonas más frescas y cercanas al pueblo encontramos los típicos huertos que abastecen a muchas de las familias de Castañar de Ibor de excelentes frutas y verduras. También atravesamos castañares dedicados a la producción de castaña.

Nada más pasar el collado, dejamos un camino a la izquierda y seguimos de frente. Unos 50 metros más adelante el camino vuelve a bifurcarse. El de la derecha nos lleva a las dos primeras de las espectaculares pedreras (geológicamente laderas de bloques), situada la más cercana justo en la vaguada donde se encuentra la fuente de La Molinera de la que toman el nombre, terminando el camino al llegar a la segunda casquera.

Daedalus
Volvemos sobre nuestros pasos para acceder al resto de las pedreras. Siguiendo por el camino anterior, llegamos a la más espectacular de todas, una gran casquera de formas redondas en la que se puede apreciar perfectamente el origen de estas formaciones geológicas y su disposición en la ladera, observándose los bloques más grandes de roca en la parte más baja de la pedrera, los bloques medianos en la parte media y los más pequeños arriba del todo. 

Las pedreras son el resultado de la meteorización (rotura o desintegración de las rocas por factores físicos, químicos y/o biológicos) ocurrida en las grandes crestas cuarcíticas, producida en la última glaciación (desde 1,8 m.a. a 10.000 años): El agua que entraba en las grietas de las rocas se congelaba posteriormente y al aumentar de volumen producía la rotura de las mismas que caían ladera abajo (proceso denominado gelifracción en términos geológicos). La fuerza de la gravedad hacía que las más grandes rodaran más y con más fuerza y se depositaran en la parte baja de las pedreras y viceversa.
Líquen Acarospora

Las grandes pedreras favorecen el almacenamiento del agua de la lluvia que se filtra a través de ellas y que al encontrar debajo de las piedras suelo o rocas (pizarras) más impermeables originan en la parte baja de las casqueras la aparición de manantiales y fuentes que en algunos casos son el origen de algunos de los grandes ríos de la comarca. Es fácil cruzar una pedrera (sobre todo las situadas en zonas de vaguada) y escuchar el murmullo del agua bajo las piedras, lo que algunos autores llaman "rugideros".

Llama la atención que en todas las pedreras de La Molinera encontramos abundantes muestras del icnofósil tipo Daedalus tan común en el entorno de Castañar de Ibor y en otras zonas de la comarca. Algunas de las piedras aparecen coloreadas de amarillo debido al espectacular color del líquen crustáceo (aquellos que crecen muy fuertemente unidos al sustrato) del género Acarospora que las coloniza.
Vistas de la espectacular Raña de La Laguna.
Gredos al fondo

Recomendamos continuar la ruta hasta el Collado del Verete, primero, y después hasta el siguiente collado (ver plano) desde donde se pueden observar las impresionantes vistas en redondo hacia el valle del Ibor (NO), raña de La Laguna (NE), valle del Gualija (NE,SE), Río Tajo y embalse de Valdecañas (N) y sierra de Gredos al fondo (N). En este último tramo es fácil observar en vuelo aves rapaces como el buitre leonado y el buitre negro (que seguro anida en la espesa mata de bosque mediterráneo virgen que se observa desde aquí).

Vistas al Valle del Gualija
A nuestro regreso a la población de Castañar de Ibor, nos desviamos unos metros hacia la explanada denominada popularmente como "campo de fútbol" (llamado así por los habitantes de la localidad, que se desplazaban hasta ahí para jugar al fútbol) desde donde se pueden observar unas hermosas vistas panorámicas del pueblo, del anticlinal del Ibor, de la falla del Cancho de Las Narices, del Camorro de Castañar, etc. 


Castañar de Ibor
Al lado de la explanada observamos un pequeño recinto vallado en el que se encuentran unos aparatos de medición encargados de la recogida de datos referentes a la posible existencia de partículas contaminantes y radioactivas generadas por la Central Nuclear de Almaraz.














Ecosistema de enebros y madroños en el Collado del Verete










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